En medio de una cosecha que promete volúmenes históricos, el Gobierno anunció una baja de dos puntos en las retenciones a los principales cultivos, una medida que vuelve a favorecer a los grandes exportadores en detrimento de una política fiscal más equitativa. Mientras el trigo comienza a mostrar rindes récord, la decisión oficial prioriza aliviar la carga impositiva del agro concentrado antes que fortalecer herramientas públicas que podrían mejorar la distribución del ingreso y apuntalar a pequeños productores.
El ministro Luis Caputo detalló reducciones para soja, maíz, trigo y otros cultivos, que implican una merma considerable en la recaudación nacional. En un contexto de ajustes sobre áreas sensibles del Estado, la medida reabre el debate sobre la orientación del modelo productivo y la necesidad de políticas que garanticen que la riqueza generada en el campo llegue efectivamente a toda la sociedad.